Qué es un seguro de responsabilidad civil
Si tenemos un accidente, ya sea en casa o en la empresa, hay muchas posibilidades que se vea afectada una tercera persona -otro conductor o un vecino-. Con el seguro de responsabilidad civil nos curamos en salud ante esa probabilidad porque la intención es cubrir el patrimonio del asegurado frente a una reclamación de un tercero por ser responsable de los daños causados accidentalmente.
Debemos ser conscientes que toda persona física o empresa puede producir un daño a un tercero. Un restaurante puede intoxicar a un comensal, el propietario de un piso puede tener una fuga de agua que provoque goteras a su vecino, o un médico puede perjudicar a un paciente por su mala praxis. El seguro de responsabilidad civil busca proteger al asegurado y reponer la situación anterior al siniestro.
El artículo 1902 del Código Civil establece “El que por acción u omisión causa daño a otro interviniendo culpa o negligencia está obligado a reparar el daño causado”. En el art. 1903 se añade que “La obligación que impone el artículo anterior es exigible, no sólo por los actos u omisiones propios, sino por los de aquellas personas de quienes se debe responder”.
¿Quién es responsable de qué?
El principio de la responsabilidad es reconocer una equivocación cometida por uno mismo, de ahí que todos estamos expuestos a ser responsables de nuestros actos y, también, de aquellos en los que seamos parte estrechamente implicada. Así, los padres son responsables de los daños causados por sus hijos, los tutores lo son de los perjuicios causados por los menores o incapacitados bajo su custodia. Los dueños de un establecimiento o empresa son responsables de los perjuicios causados por sus empleados en el desempeño de sus funciones. Como resumen, el concepto se basa en la máxima de que cuando se produce un daño es obligada su reparación.
Esta obligación de reparar genera en las personas temor e inquietud de si podrá o no hacer frente a la reclamación económica que se deriva del daño. Para poder proteger el patrimonio personal, las aseguradoras ofrecen la contratación de un seguro de responsabilidad civil. A cambio de una prima, la compañía resarcirá al tercero de los perjuicios causados hasta el límite que esté pactado en el contrato.
Por ejemplo, en un seguro de hogar se cubre la responsabilidad inmobiliaria del propietario para supuestos de:
- Los trabajos de reparación o transformación de la vivienda
- Los daños causados por el agua, como escapes o roturas
- Los causados por un incendio
También en el seguro de hogar se cubre la responsabilidad civil familiar para supuestos como:
- Daños producidos en la vida privada, caída de un objeto produciendo daños a terceros.
- Los que puedan derivarse de la práctica de actividades deportivas.
- Hechos causados por animales domésticos
- Un grifo mal cerrado que produzca daños por agua a los vecinos.
Recuerda de consultar los consejos que te damos sobre el seguro de hogar, el seguro a terceros y a todo riesgo.
¿Puedo asegurar cualquier responsabilidad civil?
Está claro que las compañías aseguradoras se curan en salud y no están dispuestas a asegurar cualquier responsabilidad civil sin garantías que no será deficitaria para su negocio. Lo que están dispuestas a asegurar son los daños causados por un hecho imprevisible, lejos que puedan ser producidos por la voluntad de alguien.
El seguro de responsabilidad civil evita que el asegurado pague con su patrimonio los daños que puedan afectar a terceros.
Las compañías asegurarán los daños causados por un hecho imprevisible, nunca esos daños que puedan ser producidos por la voluntad de alguien.
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Te aconsejo que...
Si quieres tener protegido tu patrimonio y el de tus familiares directos, debes tener contratado un seguro de responsabilidad civil. Así evitarás que tengas que hacer frente a una reclamación económica cuando seas responsable de un daño. Con la póliza de tu hogar será suficiente para protegerte a ti y a los tuyos.